Bipul Masli, fotógrafo procedente de un país tercermundista, se encuentra recluido en un centro de acogida de refugiados en Bélgica. Con brillante mordacidad va relatando la vida cotidiana de este centro en el que personas de los países más conflictivos del mundo conviven forzosamente a la espera de un visado que nunca llega, que les abra las puertas de un mundo hipotéticamente mejor. Dimitri Verhulst escribió este libro tras pasar un tiempo en un centro de estas características, y como él mismo dice: «La mitad de estas historias son fruto de mi invención, pero ni una sola de ellas contiene una mentira». Su mirada impetuosa y su áspero y políticamente incorrecto sentido del humor hacen que la lectura de Hotel Problemski sea un acercamiento profundamente humano a un tema que pocas veces se trata en primera persona.