Este libro se centra en el análisis de la filmografía de Jacques Tati a través de la equiparación de la obra del cineasta con los presupuestos artísticos e ideológicos que animaron, en un plano estético, a las vanguardias históricas. Se han evitado en lo posible los lugares comunes desde los que, convencionalmente, se han afrontado el estudio de este realizador, poniendo en relación su obra, desde un punto de vista tanto formal como temático, con ciertas ideas que trazaron el ideario estético e ideológico del arte en el siglo XX.