Entre 1881 y 1883 Oscar Wilde realizó dos viajes a Norteamérica para dar un ciclo de conferencias por todo el país y estrenar una de sus primeras obras de teatro. Su atuendo -calzón corto y medias negras- causó una enorme sorpresa en Nueva York y pasó inadvertido en el Oeste, donde los vaqueros y los buscadores de oro lloraban cuando les leía la biografía de Benvenuto Cellini -«les expliqué que estaba muerto y eso provocó que preguntaran: ¿quien le pegó un tiro», escribe Wilde-. Sus impresiones sobre esta aventura las fue relatando en varias piezas, donde aborda la mentalidad del hombre y la mujer norteamericanos, su puritanismo o el impacto del circo de Buffalo Bill en la sociedad londinense. Esta edición se ilustra con fotos y grabados de Estados Unidos tal y como lo conoció Wilde.
Novelista, poeta, crítico literario y autor teatral de origen irlandés, gran exponente del esteticismo, Oscar Wilde conoció el éxito desde sus comienzos gracias al ingenio punzante y epigramático que derrochó en sus obras, dedicadas casi siempre a fustigar a sus contemporáneos. Defensor del arte por el arte, sus relatos repletos de diálogos vivos y cargados de ironía provocaron feroces críticas de los sectores conservadores, que se acentuaron cuando Wilde fue acusado y condenado por su homosexualidad, lo que originó el declive de su carrera literaria y de su vida personal. Entre sus obras destacan las cuatro comedias teatrales El abanico de lady Windermere (1892), Una mujer sin importancia (1893), Un marido ideal (1895) y La importancia de llamarse Ernesto (1895), El fantasma de Canterville o El retrato de Dorian Gray, su única novela.