¡Indignaos! ha despertado un insólito fenómeno de lectura en Francia, donde ha vendido más de un millón de ejemplares y lleva tres meses en las listas de ventas. En pocas y contundentes páginas, Stéphane Hessel invita sobre todo a los jóvenes a desperezarse y a cambiar la indiferencia por una indignación activa, por la «insurrección pacífica». Hessel logró sobrevivir a la tortura y la deportación en el campo de concentración de Buchenwald y, en 1948, formó parte del equipo internacional redactor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Hoy, a sus 93 años este venerable veterano de la Resistencia ha contagiado su mensaje de esperanza y de rebeldía a millones de lectores a los que invita a «no claudicar ni dejarse impresionar por la dictadura actual de los mercados financieros que amenaza la paz y la democracia», porque «ya es hora de que la preocupación por la ética, por la justicia, por el equilibro duradero prevalezcan».José Luis Sampedro une sus reflexiones a las de Hessel, con un texto exclusivo para la edición española
Stéphane Hessel nace en Berlín en 1917. En 1939, poco después de iniciar sus estudios superiores, es movilizado. Dos años después se une a la Resistencia y en Londres se incorpora a la Francia Libre del general De Gaulle. En 1944 es apresado por la Gestapo y escapa de una muerte segura en Buchenwald al cambiar su identidad por la de otro preso. Tras la guerra colabora con Naciones Unidas y en 1948 forma parte del equipo redactor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En 1977 ocupa el puesto de embajador de Francia ante la ONU en Ginebra.