Primera parte. Organización judicial.
1. El derecho y su garantía jurisdiccional.
2. Características del sistema judicial español.
3. La independencia judicial.
4. La responsabilidad de jueces y magistrados.
5. La organización judicial.
6. El personal al servicio de los juzgados y tribunales.
7. Régimen de los juzgados y tribunales. Requisitos de las actuaciones judiciales.
8. El acceso a la justicia.
Segunda parte. El proceso civil.
1. El proceso civil.
2. La jurisdicción civil.
3. Las partes.
4. La primera instancia. El inicio del proceso.
5. Emplazamiento o citación del demandado.
6. La preparación del juicio en el proceso ordinario. La audiencia previa.
8. La prueba.
9. Terminación del proceso.
10. Impugnación de las resoluciones judiciales. Los recursos.
11. La ejecución forzosa.
12. La tutela cautelar.
La justicia, al igual que otros, es un sistema organizado de resolución de conflictos, aunque desde luego no es el único; también es posible acudir a remedios alternativos como el arbitraje, la conciliación o recurrir a auxilio de los modernos sistemas de negociación asistida (mediación, etc.). Estos medios no son más que vías sustitutivas para prevenirlos y en su caso darles una solución distinta a la establecida legalmente evitando que a través de otro tipo de soluciones, determinados conflictos lleguen a los tribunales, con lo que sirven para reducir la litigiosidad. No obstante, el Estado debe seguir manteniendo su compromiso con los particulares y continuar poniendo a su servicio todo un sistema judicial para la defensa de sus intereses y, por consiguiente, quien se considere perjudicado por la actuación de los demás pueda hacer valer sus derechos ante los tribunales, que son los únicos a quienes se les encomienda con exclusividad el ejercicio de la potestad jurisdiccional.
Juan Damián Moreno es Catedrático de Derecho Procesal en la Universidad Autónoma de Madrid.