¿Cuán diferente sería nuestra vida, si la energía que hemos gastado en culpar a los demás de nuestros problemas, la hubiéramos empleado en resolverlos?
Poco puedes hacer para cambiar al resto y mucho para cambiar tú mismo.
¿Qué puedes reconocer hoy?
Y como todo principio, tiene un final, solo me resta decir...
¡Muchas gracias por acompañarme y que este camino recorrido, haya merecido el tiempo que me has brindado con tu lectura!