En marzo de 1980 Jordi Pujol consiguió realizar el sueño que albergaba desde los doce años, ser presidente de Cataluña para iniciar la reconstrucción nacional del país. Permaneció en el cargo más de veintitrés años y llegó a ser uno de los políticos democráticos con una trayectoria más larga de la historia de Europa. Pujol ha sido un líder nato con la rara capacidad de articular un movimiento político y social en torno a su persona. Empezó a construir su gobierno en la sombra con la fundación de Banca Catalana, y su paso por las cárceles franquistas no hizo sino consolidar su aura de luchador antifranquista. Ahora, una vez retirado del poder es el momento de investigar las razones de su longevidad política. ¿Cómo llegó a ser el primer presidente de la Generalitat restaurada y pudo mantenerse en el poder durante tanto tiempo? Este libro de Félix Martínez, autor de Estevill y el clan de los mentirosos, y de Jordi Oliveres, trata de responder a esta pregunta. El ex presidente catalán ha sido un político heterodoxo que no ha dudado en emplear métodos cuestionables para retener el poder que le permitiría llevar a cabo su proyecto de reconstrucción nacional. Eso sí, nunca ha sido codicioso. Todos sus actos se explican porque eran necesarios para la consolidación de Cataluña. Para ello llegó a utilizar a personas que encarnaban su reflejo oscuro, como Lluís Prenafeta o Maciá Alavedra. Fue laxo a la hora de perseguir la corrupción política, que llegó a instalarse en círculos muy próximos a su persona. Pero hasta cuando miraba para otro lado lo hacía en nombre de Cataluña. Incluso sus enemigos se ven obligados a reconocer que Pujol no tuvo jamás rival como político y que su contribución a la historia democrática de Cataluña y de España es inestimable.