En esta obra Gilson ofrece los rasgos más auténticos de la fisonomía especulativa de Duns Escoto, vertiendo muchas y acertadas intuiciones acerca de los larvados influjos y los ocultos contendientes que vitalizan el discurso del Doctor Sutil, intuiciones que han sido confirmadas por la edición crítica de las obras de Escoto. Aunque Gilson se reconoce discípulo de santo Tomás, se acerca a Escoto sin máscaras ni prejuicios, con gran finura de observaciones y diligencia de anotaciones, queriendo encontrar el punto original que explica la divergencia entre Escoto y el Aquinate. Éste parece estar a juicio de Gilson en el hecho de que Escoto pertenece a la familia de los metafísicos de la esencia, pues investiga la «entidad» sin recurrir al acto de ser, tan propio del tomismo. Duns Escoto enfoca la estructura metafísica del ente haciendo que la esencia se presente antes que la existencia. Por eso Gilson asegura que hay dos metafísicas del ser. En la primera, la existencia es el acto de la esencia: hay ente porque hay ser. En la segunda, la existencia es un modo de la esencia: hay ser porque hay esencia real.
ÉTIENNE GILSON (París, 1884 - Auxerre, 1978). Alumno de Bergson, cursó la licenciatura de Filosofía y ejerció la docencia en las universidades de Estrasburgo, la Sorbona y Harvard. Fundó el Instituto de Estudios Medievales en Toronto y fue director del Instituto Científico Franco-Canadiense. Asimismo, fue nombrado doctor honoris causa por diversas universidades y miembro de la Academia Francesa. Brillante exégeta de la Edad Media, publicó más de seiscientos artículos y libros, entre los que destacan El tomismo (1919), La filosofía en la Edad Media (1922), El espíritu de la filosofía medieval (1932), Dante y la filosofía (1939) y Lingüística y filosofía (1968).