El profesor Eduardo García de Enterría expone en este trabajo vivaz cómo la absoluta fe del siglo XVIII en una Ley general cuyo contenido serían mandatos generales, de la que se esperaba la eliminación de todas las limitaciones humanas, ha conducido hoy, inesperadamente, a un panorama de leyes motorizadas e incontinentes, cuya constante variabilidad pone en cuestión los principios mismos de su supremacía y de su función de asegurar la certeza del Derecho y la predictibilidad razonable de las acciones de los ciudadanos. El antiguo lugar preeminente de la Ley ha sido hoy ocupado por la Constitución, expresión del pacto social básico y por ello tendencialmente estable. Formula una dura crítica de las «Leyes ómnibus», cuya expresión más típica son hoy las llamadas Leyes de Acompañamiento a la Ley anual de Presupuestos. Pero la obra no es una mera crítica de la situación existente, sino que formula propuestas concretas, como la adopción de una «nueva codificación», según los modelos norteamericano, francés y comunitario europeo, que no intentan congelar la innovación normativa, así como un inevitable retorno a un pensamiento jurídico que prime los valores y los principios generales del Derecho sobre la fugaz y ocasional norma escrita.