No son «conservadores» como los demás. Ni nostálgicos de tiempos pasados ni partidarios del statu quo: los neoconservadores son una familia aparte en la derecha americana. A menudo proceden de la izquierda y creen en el poder de las ideas y de la política para cambiar el mundo. No sacralizan el mercado, pero mantienen una mirada crítica sobre el Estadoprovidencia y sus flaquezas. Convencidos de que América encarna el Bien, piensan que garantizará su seguridad y permanecerá fiel a su misión moral, simplemente exportando la democracia, si es necesario mediante la fuerza. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, adquirieron una influencia determinante en la política de George W. Bush y en su decisión de hacer la guerra en Irak. La América mesiánica cuenta los orígenes de una «tribu» nacida en Nueva York, en los ambientes de la izquierda demócrata, traza el retrato de sus maestros y muestra cómo los «neos» forman junto con los fundamentalistas cristianos una corriente dominante en la América de hoy.