Tras el estallido del 2 de mayo en Madrid contra la invasión francesa, varias ciudades españolas declararon la guerra a Napoleón. Entre ellas estuvo Zaragoza, que sufrió dos asedios por parte de las tropas imperiales, los llamados Sitios de Zaragoza, cuyo bicentenario se cumple en 2008. Ángeles de Irisarri recrea en esta novela el día a día de la guerra muros adentro de la ciudad a través de diez mujeres, unas reales, otras imaginarias, que representan a todas las clases sociales y que, al grito de Vencer o morir, fueron capaces de tomar las armas y hasta disparar cañones. Agustina de Aragón, conocida como la Artillera, junto a la condesa de Bureta, Manuela Sancho, Casta Álvarez, María Lostal, María Agustín y la madre Rafols sobrevivieron en una ciudad en la que el cronista Casamayor escribió que los atacantes más parecían Nerones que franceses, en la que el último muerto dejaba enseguida de ser último en una sucesión aterradora. Estas mujeres y otras, y otros muchos hombres, sin nada que llevarse a la boca y rodeados de muertos, pues la peste hizo acto de presencia en Zaragoza en lo más crudo del invierno y del combate, quedaron inscritas con letras de oro en la Historia de España por sus heroicos hechos en defensa de la libertad.
Ángeles de Irisarri nació en Zaragoza en 1947. Licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Zaragoza, ejerció como archivera y profesora de Instituto. En la actualidad trabaja en una agencia de publicidad y es colaboradora habitual de prensa y radio. Ángeles de Irisarri es un caso atípico como escritora ya que empezó a publicar novelas y cuentos en la madurez, pasados los cuarenta años. Posee un dominio del lenguaje que sorprende por su originalidad y un fino sentido del humor, así como el profundo conocimiento de la época histórica en la enmarca sus obras: la Edad Media.