¿Qué es la buena educación? ¿Cómo salvar los escollos de la convivencia sin nunca perder la compostura? ¿Qué significa la sensibilidad y el respeto en una sociedad en la que la ambición, las prisas y las ganas de tenerlo todo están a la orden del día? A través de las anécdotas de una familia, la autora reflexiona acerca de la urbanidad, el civismo y la corrección y deplora la falta de sensibilidad imperante en nuestra sociedad. Aunque su relato está lleno de referencias continuas a personajes, programas de televisión y sucesos de plena actualidad, Aranguren no elude comparar a las generaciones pasadas con la actual y nos anima a recuperar vijas formas de relacionarnos y a entender que los modales son un bien que merece la pena preservar.