Introducción. Texto y notas de «La casa encendida. Rimas. El contenido del corazón».
Desde sus inicios creativos en los años treinta, Luis Rosales emprende un ejercicio de formación y experimentación estéticas que habrá de perfilarle durante toda su vida como el eterno aprendiz de poeta, abierto a cualquier nueva influencia que hubiese de enriquecer, renovar o completar su obra. Su voz poética es deudora de todas las tradiciones y está atenta al último hallazgo creativo. En «La casa encendida», Rosales alcanza la cúspide de su madurez poética. En «Rimas» se entrecruzan los temas y motivos cardinales que edifican su raíz vivencial y lírica: el tiempo como eje vertebrador de la existencia, el nombre como creador de la realidad, el paraíso perdido de la infancia y el recuerdo de la madre, las evocaciones del paisaje, la mitificación del espacio (la casa), el desamparo existencial del yo, la reflexión sobre el origen y la vinculación del hombre con el universo. «El contenido del corazón», libro dedicado a la memoria de su madre, supuso un punto de inflexión tanto en la vida como en la obra de Luis Rosales.
Luis Rosales (Granada, 1910-Madrid, 1992) está considerado como uno de los poetas más notables de la llamada generación de 1936 que es, de algún modo, la hermana pequeña de la generación de 1927 y que se vio, de forma dramática, doblemente partida en dos por la guerra civil y por el exilio. Rosales inició su carrera literaria en tiempos de la Segunda República y fue un joven amigo de los poetas mayores del 27 y del gran Pablo Neruda. La casa encendida (1949 y 1967) es, sin duda, el libro que mejor le representa y una de las obras capitales de la poesía española del siglo xx. Su personalísima fórmula poética se caracteriza por un magistral dominio del versículo, por ciertos recursos conversacionales que dan a su palabra un tono coloquial y cercano, y por el uso de potentes imágenes irracionalistas; todo ello sobre un evidente fondo de lecturas de la mejor poesía clásica española. Quien guste de poetas tales como Antonio Machado, César Vallejo, García Lorca o Pablo Neruda apreciará también, sin duda, la poesía de Luis Rosales. La presente antología, Primavera del agua, ha sido felizmente seleccionada por Luis Rosales hijo e incluye un abarcador estudio-prólogo de Gabriele Morelli, imprescindible estudioso de la poesía española y americana de la Edad de Plata. A.L.