¿Quién podía culparles por su arrebato de pasión? Ninguno de ellos había planeado quedarse atrapados en una cueva helada, con una única manta, aislados por la peor tormenta que las Highlands escocesas habían visto en mucho tiempo. Catriona sólo pretendía auxiliar a un montañero herido. Ahora se enfrenta a un escándalo terrible, que su padre, el reverendo MacConn, no está dispuesto a permitir. Y lo que es peor, descubre que el hombre con el que ha compartido aquella noche de locura no es otro que Evan Mackenzie, conde y señor de las tierras de Kildonan, y el responsable, a sus ojos, del cruel destierro de tantos highlanders. La única solución aceptable para todos es el matrimonio; el conde sabe que su honor de caballero no le deja otra salida.
Susan King vuelve a las tierras escocesas que tan bien conoce con esta novela donde la pasión de los personajes se funde con la épica y misteriosa atmósfera de las Highlands.