La cruz de Monte Arruit era hasta hoy un libro inencontrable. Publicado en 1922, un año después del Desastre de Annual, y agotado rápidamente, nunca desde entonces se había vuelto a editar. En él, Enrique Meneses Puertas, el padre del famoso fotógrafo, cuenta su peripecia cuando desde Francia, donde disfrutaba de una vida social intensa derrochando su fortuna, toma la decisión de alistarse en los Regulares de Melilla para enfrentarse a Abd-el-Krim y vengar la carnicería sufrida por las tropas españolas, donde fueron masacrados, torturados, mutilados y asesinados diez mil hombres a manos de los rifeños, y donde el autor resultaría gravemente herido. Una narración emocionante y sorprendente que describe el ambiente de los españoles en el París de los alegres veinte y a continuación el contraste del ambiente bélico del Magreb, la guerra desde dentro, y es también una crítica feroz a los militares y los políticos, que en Madrid o Melilla toman decisiones egoístas, cobardes o simplemente equivocadas.
La aventura se cuenta con detalle en su libro, publicado en 1922, La Cruz de Monte Arruit. El ejemplar que yo tenía desapareció en mis viajes. Cuando entrevisté a Abdel-Krim, en El Cairo, el líder rifeño allí exiliado me enseñó el libro, pero se negó a regalármelo. (Hasta aquí hemos llegado, Enrique Meneses)
Enrique Meneses Puertas nació en Madrid en 1894. Mal estudiante, se educó en el reformatorio de Santa Rita, en Navarra, de donde huyó, y en Eton, en Inglaterra. De regreso a Madrid, con 19 años, quedó huérfano y heredó una fortuna de la empresa familiar, Plata Meneses. En 1921, encontrándose en París, se enteró del Desastre de Annual, por lo que decidió alistarse como soldado raso en los regulares de Melilla. Fue gravemente herido y en su convalecencia en Úbeda escribió La Cruz de Monte Arruit (1922). En 1925 se trasladó a Hollywood, y trató a Douglas Fairbanks, Charly Chaplin y Valentino. De regreso fue corresponsal del New York Herald Tribune y refundó la revista Cosmópolis, de Rubén Darío. Durante la república fue gobernador civil de Segovia por el partido radical de Lerroux (lo que le costó una pena de muerte en 1944, que le sería conmutada). En 1936 parte a París donde funda la agencia Prensa Mundial. Muere en Málaga en 1987. Es padre del fotoperiodista Enrique Meneses Miniaty, autor de Hasta aquí hemos llegado (Ediciones del Viento, 2006).