Se necesitan tres elementos para que haya fuego: fuente de calor, combustible y oxígeno. Si no existiese alguno de estos tres elementos, el fuego no se produciría. Ahora bien, para que se originen esos incendios que no deseamos, entra un cuarto elemento (o lado del triángulo), un lado del que como es obvio carece precisamente por ser triángulo. Por ello podemos pensar que hablamos de un cuadrado, con lo que estamos consiguiendo la cuadratura del triángulo de fuego. Ese cuarto elemento no es otro que el descuido y la imprudencia, sin los cuales es improbable que el calor se ponga en contacto con los materiales combustibles y por tanto que se produzca el fuego.
Manuel Roldán nació en Puente Genil en 1943. Perito Industrial Mecánico, ha trabajado en la Electroquímica de Flix y en la empresa del grupo Ercros de Tarragona, a la que sigue perteneciendo. Tiene amplia experiencia en proyectos de ingeniería y ha sido responsable de la implantación de los sistemas de gestión de la calidad, el medio ambiente y la seguridad. Es autor de los libros La seguridad en los refranes a las siete y media, cuyo objeto es el de ayudar a los que trabajan por cuenta ajena o propia, en disminuir los accidentes en el trabajo, y La cuadratura del triángulo de fuego, con la pretensión de hacer bajar el número de incendios en los edificios destinados a viviendas.