Es sabido que, en la concepción metafísica de Tomás de Aquino, la estructura que conforma el ente obedece a una doble composición: la de materia y forma (substancia), por un lado, y la de la substancia ya constituida y el esse (ser). A lo largo de la historia han sido diversos los modos en que sus seguidores han comprendido esta doble composición. La Escuela dominicana, especialmente Tomás de Vío (Cayetano), ha sido sin duda la que más ha dejado sentir su influjo en la interpretación tradicional del tomismo. Aunque ya algunos autores de la Escuela de Salamanca presentaron reparos a esta interpretación, han sido Etienne Gilson y Cornelio Fabro, quienes, a mediados del pasado siglo XX, han puesto en tela de juicio la validez de esta hermenéutica. El criticismo de estos dos autores ha sido contestado, a su vez, desde dentro de la susodicha Escuela dominicana, por otro autor: el canadiense Lawrence Dewan, que discutió las principales tesis del tomismo gilsoniano. El presente libro intenta echar cuentas con esas dos grandes interpretaciones metafísicas de Tomás de Aquino, enfrentadas durante siglos. Para ello,
Manuel Alejandro Serra Pérez es natural de Murcia (1980). Es sacerdote de la diócesis de Cartagena (Murcia, 2005), Licenciado en Teología por el Pontificio Instituto Juan Pablo II de Roma y Doctor internacional en Filosofía por la Universidad Católica San Antonio de Murcia. Desde 2011 es profesor del ISEN, centro adscrito a la Universidad de Murcia. Es miembro y colaborador activo del Grupo de Investigación Nóesis del Departamento de Filosofía de esta misma Universidad. Ha publicado numerosos artículos en revistas especializadas. Su área de investigación es la metafísica aristotélica y el tomismo contemporáneo, especialmente desde la interpretación de Étienne Gilson y Cornelio Fabro.