La llamada comedia de capa y espada basa su eficacia en la habilidad del dramatrugo para enredar y desenredar una trama basada las más de las veces en la confusión y el engaño. Ningún autor del Siglo de Oro fue más hábil en ese cometido que Pedro Calderón de la Barca, quien cultivó el género a lo largo de dos decenios de sostenido éxito, inaugurados de forma magistral, todavía en su juventud, con La dama duende, un ameno juego de amores, dudas, osadías y desplantes que se resumen enla tramposa alacena que preside la acción dramática
Nació en Madrid en 1600 y fue testigo de una época de intensos cambios. Su propia vida da testimonio de ello: en su juventud adquirió una sólida formación teológica en la Universidad de Salamanca