En 1873, el pintor Gustave Courbet es acusado de ser el responsable de la demolición de la columna Vendôme, a raíz de su participación activa en la Comuna de París. Para evitar volver a la cárcel, se refugia los últimos años de su vida en un pueblo a orillas del Lago Leman, en Suiza. La elegante pluma de David Bosc rinde un homenaje sobrio y vibrante a la etapa final de este inmenso artista, gran amante de la libertad, anarquista gobernado por sus pasiones y su sed de vida. Courbet merecía esta mirada certera, admirable desde cualquier punto de vista literario. Con esta deliciosa novela o biografía novelada, Bosc transfigura el crepúsculo punzante de aquellos últimos días en una luminosa puesta de sol. Un bello encuentro entre un escritor y un pintor.