Muchos han oído hablar de la Gran Obra: algunos se proponen dedicarse a ella, pero muy pocos abordan la cuestión.» Para el autor de estas palabras «hay una alquimia trascendente, la alquimia de uno mismo, preludio necesario para perfeccionar la alquimia de los elementos». La Gran Obra nos habla desde el interior de esta alquimia personal y nos propone doce meditaciones para trabajar en el laboratorio del corazón. Aclamado por Fulcanelli y por la mayoría de alquimistas del siglo XX, este pequeño libro es, sin duda, la obra de alquimia espiritual más conocida y difundida de Occidente.