Silio Itálico, sexagenario retirado de la política y diletante literario en la corte de Domiciano, nos ofrece en sus Punica una visión nostálgica del pasado glorioso de Roma reviviendo la gesta romana contra los cartagineses en la Segunda Guerra Púnica. El poema, el más extenso de la épica latina, lejos de la indiferencia que mostraron hacia él Plinio o, más adelante, Bayet, nos brinda un magnífico ejemplo de síntesis entre la épica arcaica de Nevio o Ennio y la barroca de época flavia, junto con la presencia de los ideales virgilianos y las virtudes pregonadas por Livio, fuente temática incuestionable. Fruto de la nueva poética posclásica, Punica es una excelente muestra de «colores» retóricos, digresiones de diverso tipo, escenas bélicas y retratos, entre otros recursos plásticos que lo acercan más a la poesía de Ovidio, el gran innovador del siglo, El patetismo y la introspección psicológica lo aproximan también a sus coetáneos Lucano o Valerio Flaco, o al Séneca trágico. Todo ello convierte a Silio en un autor ecléctico, con un gran dominio tanto de la tradición literaria romana como de las nuevas tendencias de su tiempo.