La Isla del Gavilán cuenta la historia de una comarca situada al norte de la provincia de Córdoba, Los Pedroches, donde las Tierras del Granito conviven hoy en perfecta armonía con las Tierras de las Pizarras. En ella se muestra la épica, el heroísmo de unos campesinos que, a fuerza de brazos, azada y brega, consiguieron poner en cultivo la sombría y misteriosa dehesa de La Concordia. Labraron así sus propias haciendas, lejos ya del eterno vasallaje ente los propietarios: lucha, sacrificio y, a la vez, servidumbre, atadura, esclavos siempre del campo. Se mezclan en el relato tiempos primigenios, épocas medievales, territorios imaginados dentro de un espacio real y una actualidad heredera de ese universo que, en muchos lugares, camina hacia la destrucción: el avance imparable del matorral y la jara, la ruina del suelo y los pueblos vacíos. El Tiempo y la Historia son circulares: la novela nos invita a hacer un viaje que empieza donde termina: hay un paisaje desolado, casi fantasmal. Lo que tocamos y vemos desemboca en lo apocalíptico y los símbolos: la zarza y el madroño, la falta de agua, la brutalidad y el
Pedro Tébar (Villanueva de Córdoba, 1943). Vive en Córdoba desde 1972. Ganó su primer premio de relato a los 14 años, premio que recibió entre alcaldes, concejales y el sonido estridente de las casetas de Feria. Desde siempre escribió convencido de haber nacido en un lugar diferente donde las culebras bajaban de la techumbre cada noche para alimentarse de la leche de los recién nacidos. Su texto Música en la almohada recibió el Premio Tiflos, 1996, y fue finalista del Premio Andalucía de la Crítica. Fue seleccionado por José María Merino para figurar en el texto de narrativa Todos son cuentos (1999). En 2008 obtiene el IV Premio de Narrativa Generación del 27 con Canción de la madre del agua (Renacimiento, 2008,) finalista también del Andalucía de la Crítica. Ha sido incluido en el Canon heterodoxo, manual de literatura española para el lector irreverente, de Antonio Enrique (2012). La Isla del Gavilán es su primera novela y cierra la trilogía iniciada con sus dos textos anteriores, mostrando aquí la épica de los habitantes de una comarca de la sierra de Córdoba desde siempre olvidada.