Entre junio y agosto de 1959, montado en un Fiat 1100, Pasolini recorre «la larga carretera de arena» de Ventimiglia hasta Palmi y de allí, «presa de una especie de obsesión deliciosa», llega hasta el municipio más al sur de Sicilia para luego volver a remontar la costa oriental y llegar a Trieste. En La Spezia, desde donde sale hacia San Terenzo y Lerici, siente que está a punto de empezar uno de los domingos más bonitos de su vida. En Livorno no dejaría nunca «el enorme litoral lleno de jóvenes y marineros libres y felices». Y, finalmente, en el Circeo: «el corazón me late de felicidad, de impaciencia y de orgasmo. Solo con mi 1100 y todo el Sur delante de mí. Comienza la aventura». Es la revista 'Successo' la que encarga a Pasolini este reportaje que finalmente saldrá en tres partes entre julio y septiembre. En su viaje, el poeta encontrará amigos, intelectuales y personajes conocidos, se entusiasma con la gente simple de los pueblos más remotos (en Portopalo «la gente está como loca y es la mejor de Italia, raza purísima, elegante, fuerte y dulce»). Con su entusiasmo por el descubrimiento, con su mirada
Pier Paolo Pasolini nació en Bolonia el 5 de marzo de 1922. Llegado en 1949 a Roma, donde dirigió con Alberto Moravia la revista Nuovi Argomenti, vivió y trabajó en esta ciudad hasta su trágica muerte en el otoño de 1975. Con su múltiple y vasta actividad de poeta, narrador, cineasta y ensayista y con su incansable presencia intelectual, Pasolini ha sido un testigo apasionado y lúcidamente implacable de los cambios y las dolorosas contradicciones de nuestra época. Su producción novelesca se acrecentó póstumamente con las dos novelas cortas reunidas en el volumen Amado mío (1982, Seix Barral, 1984 y 1990) y con la monumental Petróleo (1992; Seix Barral 1993).