Recién destinado a la Unidad de Homicidios de la Policía Metropolitana de Tokio, el inspector Kosuke Iwata se hace cargo de un caso tan desconcertante como complejo: una familia de cuatro miembros ha sido asesinada en su propia casa por alguien que ha dejado deliberadamente unas cuantas pistas para los investigadores, antes de marcharse con toda tranquilidad unas horas más tarde a plena luz del día. Iwata, que cuenta con la ayuda de la inspectora Sakai, no deja de preguntarse qué ocurrió en la vida de esa familia en apariencia feliz para acabar de un modo tan trágico y qué llevó al anterior investigador del caso a suicidarse desde el emblemático Puente del Arcoíris al poco de empezar las pesquisas. En el escenario del crimen, la única pista que Iwata y Sakai encuentran es el dibujo de un escalofriante sol negro grabado en el techo de la habitación. El inspector aún no ha podido desentrañar el significado de ese dibujo, pero el mensaje del asesino está muy claro: «Estoy aquí. No he terminado.» Convencido de que la búsqueda del autor del crimen no ha hecho más que empezar, que hay mucho más detrás de
Nicolás Obregón nació en Gran Bretaña, de padre español y madre francesa, y creció entre Londres, donde se graduó en el Birkbeck Creative Writing Masters, y Madrid. Como escritor de viajes, tiene un amplio conocimiento de Japón, pero el comienzo de su fascinación con ese país nació con los dibujos animados de su infancia. El germen de La luz azul de Yokohama es un caso verídico que, casi dos décadas despuésde los hechos, sigue sin resolverse. Sins as Scarlet (2018) es la segunda entrega de la serie del inspector Iwata.