El pensador húngaro Béla Hamvas parece un duende que recorre todos los mundos, el orgánico y el inorgánico, el espiritual y el material, Oriente y Occidente; en todos encuentra algo que lo deslumbra. Y transmite a los lectores esa luz y plenitud, ya hable en sus textos sobre un huerto, sobre los días de septiembre, sobre un templo griego, sobre Béla Bartók, sobre la literatura, sobre la Edad de Oro o sobre lo órfico y lo mágico en el arte. «Filósofo, el primero de sus logros es haber sido capaz de construir unos textos cristalinos, de una belleza insólita. Tal vez porque en él habitaba el corazón de la poesía.» Juan Jiménez García, Revista Détour