Mafalda se hace muchas preguntas, demasiadas preguntas que a menudo irritan y superan a los que la rodean. Nuestra pequeña indignada se cuestiona los temas universales y comparte sus reflexiones sobre el mundo.
Si hay algo en el mundo que Mafalda no soporta (además de la sopa) es la injusticia, y no deja de recordárnoslo en todo momento. ¿Por qué dejar la justicia en manos de los adultos, si no entienden nada?
«Y estos derechos... a respetarlos, ¿eh? ¡No vaya a pasar como con los diez mandamientos!»