Si hubiera de medirse el peso político que las fuerzas de la derecha y las fuerzas de la izquierda tuvieron
en la España del siglo xx, no cabe duda de que la balanza se inclinaría del lado de las primeras. Sin
embargo, paradójicamente, los historiadores han tendido a prestar más atención a las segundas. La
política de la venganza viene a corregir esta desviación.