1. Comedias románticas en la NASA
2. Científicas en la literatura
3. Proyectos en la NASA
4. Neuroingeniería en la ficción
5. Relaciones laborales en la ciencia
6. Rivalidad académica
7. Alianzas inesperadas
8. Relaciones amorosas en el entorno laboral
9. Personajes femeninos en la ciencia ficción
10. Decisiones profesionales y personales
Una nueva comedia romántica situada en la NASA en la que una científica se ve obligada a trabajar en un proyecto junto a su archienemigo... con resultados explosivos.
Bee Königswasser se rige siempre por un código muy sencillo: ¿qué haría Marie Curie? Si la NASA le ofreciera liderar un proyecto de neuroingeniería, un sueño hecho realidad después de pasarse años malviviendo con las migajas del mundo académico, Marie aceptaría sin dudarlo. Obvio. Pero la madre de la física moderna nunca tuvo que codirigir ningún proyecto con Levi Ward.
A ver, Levi no está nada mal: es alto, moreno y tiene una mirada de lo más penetrante. Pero Levi dejó muy claros sus sentimientos por Bee en la universidad: es mejor que dos enemigos trabajen cada uno en su propia galaxia muy muy lejana.
De pronto, Bee se encuentra con que su material ha desaparecido, el personal pasa de ella y su maltrecha carrera profesional pende de un hilo. Puede que su lóbulo occipital esté jugándole una mala pasada, pero juraría que Levi empieza a convertirse en su aliado, apoyando sus decisiones, secundando sus ideas... devorándola con esa mirada suya. Y las diferentes posibilidades traen a sus neuronas de cabeza. Sin embargo, cuando llega el momento de jugársela y arriesgar el corazón, solo hay una pregunta que importe: ¿Qué hará Bee Königswasser?
Ali Hazelwood es autora de múltiples publicaciones... por desgracia, de artículos sobre neurología revisados por pares, en los que nadie se da besos y en los que el para siempre no es siempre feliz. Nacida en Italia, vivió en Alemania y Japón antes de trasladarse a Estados Unidos para doctorarse en neurociencia. Hace poco se convirtió en profesora, algo que la tiene aterrorizada. Cuando Ali no está trabajando, se dedica a correr, hacer ganchillo, comer cake pops y ver películas de ciencia ficción con sus dos jefes supremos felinos (y su algo menos felino marido).