Para la renovación del Estado del bienestar hay que ir más allá del concepto de pleno empleo, porque el empleo no es la única actividad socialmente valiosa. La renta básica, la idea de que todos deberían recibir una renta en una cantidad suficiente para la subsistencia, puede ser ese nuevo concepto en torno al cual renovar las instituciones del Estado del bienestar. La garantía de una renta básica abre la posibilidad de acabar con la pobreza, lograr el pleno empleo, mejorar la eficiencia y la estabilidad económicas y reforzar las libertades individuales. En último término, la renta básica se propone como un medio adicional en el sistema de garantía de derechos y libertades del Estado de derecho, por eso hablamos de renta básica de ciudadanía.