Mauricio Romero es un perro viejo aficionado a los bares, el juego y las putas que después de dar muchas vueltas en este mundo ejerce como detective privado en Cuenca, una capital de provincias en la que se conoce todo el mundo y no existen los secretos. Tras el éxito editorial de un libro donde el detective confesaba sus mejores casos y sus métodos generalmente políticamente incorrectos, parece que nadie querrá volver a contratarlo jamás en dicha localidad.
Sin embargo, la vida siempre da una segunda oportunidad a quien menos lo merece, y lo que parece ser un pequeño caso paranormal que en circunstancias normales Mauricio Romero nunca hubiese aceptado, acaba convirtiéndose en el caso de su vida: dar caza a antiguos criminales nazis, espoleado y guiado por el instinto de un ciego idealista que parece enloquecido de tanto leer novelas policíacas y que insiste en hacer de esta historia la mejor novela negra jamás escrita.
Mauricio Romero será cazador, presa, víctima y verdugo en una historia en la que pocas veces sabrá si es realmente un hombre de carne y hueso o solo un personaje de ficción en el mundo real.
Escrito con una enorme dosis de ironía y humor, Antonio Santos nos sumerge magistralmente en las entrañas de Cuenca, en sus calles, sus bares y su gente, ofreciendo al lector la oportunidad de percibir la vida de un detective privado de provincias y descubrir que el crimen no es un atributo restringido a las grandes ciudades.