El populismo ha sido y es uno de los fenómenos más relevantes de la política latinoamericana, tanto por su capacidad para incorporar simbólica y efectivamente a sectores excluidos de los sistemas políticos, como por su carácter antidemocrático, contestatario y antipolítico. Muy pocas personas permanecen impasibles frente a este fenómeno: se está a favor o se está totalmente en contra. Basta con revisar su intrigante historia para darse cuenta del impacto que ha tenido sobre la política y el universo simbólico de los latinoamericanos.