«Estaba sentado en un banco del parque, pensando en Ana, como de costumbre, cuando de pronto, al mirar hacia abajo, vi un objeto negro y brillante que había aparecido junto a mis pies como por arte de magia». Como cualquier libro de misterio que se precie, La torre de Hanói comienza con un enigma. El protagonista se ve envuelto en la trama de un manipulador invisible de dudosas intenciones gracias al que conocerá a múltiples y fascinantes personajes: un matemático filósofo, una prostituta muy particular, un caníbal vegetariano... A lo largo de este juego de ingenio tendrá que cuestionarse sus ideas respecto al amor, la amistad y la justicia. Pero este no es un libro de misterio al uso. Carlo Frabetti crea en esta novela una ficción que subvierte los mecanismos de la literatura de intriga y termina componiendo una brillante sátira que pone en tela de juicio nuestra aproximación poco crítica a la lectura y, por ende, a las incógnitas que nos plantea la misma existencia.
Se define como discípulo y admirador de Martin Gardner y Raymond Smullyan, fue director de la sección "El juego de la lógica" de la revista científica Algo y es autor de numerosos textos de divulgación lógica y científica, dedicada en buena parte al ámbito escolar.