La última expedición de Scott a la Antártida es una de las grandes historias de aventuras del siglo XX. El 1 de noviembre de 1911, una expedición británica inició el penoso viaje de casi 1.300 kilómetros a través del continente más frío y alto de la tierra hacia el Polo Sur. Cinco hombres soportaron unas condiciones increíblemente duras y todo para encontrarse con que los noruegos habían plantado ya su bandera en el Polo apenas unas semanas antes.