WIERZBA, IWONA / SZTYMA, MARIANNA (Ilustración)
El análisis del ADN del piojo corporal (subespecie distinta del piojo del cabello y de la ladilla), que solo sobrevive en nuestra ropa, nos ha permitido datar cuándo empezó a vestirse el ser humano: hace unos 70.000 años. Así sabemos que la vestimenta acompaña al ser humano desde que abandonamos la primigenia sabana de África. La historia de la ropa interior puede parecer poco glamurosa, pero es tan larga como la historia de nuestra civilización y ha evolucionado con nuestras necesidades higiénicas y climáticas. Gracias a una visión íntima de la historia de la ropa interior, que incluye giros inesperados y fascinantes, veremos la hoja de parra de Eva, el corsé decimonónico, el bikini del siglo XX, o por qué los pantalones se convirtieron en un símbolo de escándalo y libertinaje antes de la invención del tanga.