Angela ha perdido recientemente a su marido y, tras unos meses de duelo y crisis espiritual, decide visitar, en el hermoso Véneto italiano, a la mejor amiga de su madre, la acaudalada anciana Tess. Muy cerca de la mansión de Tess, Angela conocerá la Villa de la seda, la última fábrica que trabaja la seda de forma artesanal. Angela se enamora al instante de la fábrica y decide llevar a cabo una locura: comprar la fábrica y reflotar el negocio.