Una noche más sola frente al televisor... Por muchas vueltas que le da, Jane no entiende dónde se está equivocando. Es joven, guapa, una fiscal decidida, eficiente y segura de sí misma. Albo impulsiva a veces, de acuerdo, pero ¿no son ésas cualidades que cualquie: hombre apreciaría? ¿O quizás hay una diferencia entre lo que ellos dicen que les gusta v lo que les gusta realmente? De pronto, la pantalla le da la solución: convertirse en Doris Day. Después de todo, una mujer capaz de tener a sus pies una v otra vez a tipos como Rock Hudson o Cary Grant tiene que poseer ese toque mágico que a ella se le escapa. Y si algo ha aprendido Jane de su infancia entre militares es que, cuando se lija un objetivo, se ha de perseverar hasta el triunfo final. Esa misma noche la joven se lanza al ataque: faldas ajustadas años cuarenta, melena corta rubio platino, sonrisas y buenos modales, una pizca de timidez y, sobre todo, poner cara de escándalo ante las proposiciones atrevidas que, de pronto, comienzan a llover de todas partes. Entre sus asombrados colegas y ahora admiradores circula una sola pregunta: ¿Cuánto tiempo podrá la antigua Jane seguir encerrada en la piel de la encantadora Doris? Sharon Krum da una deliciosa y original vuelta de tuerca a la eterna guerra entre los sexos. Inteligente, provocadora y muy divertida, una novela que nos hace preguntarnos si los hombres de hoy no añoran realmente a las mujeres ue sedujeron a sus abuelos.