En el frío invierno de 1917, cinco soldados franceses, heridos y maniatados, caminan hacia un destino trágico en un desolado rincón del frente. Matilde sabe, en cl fondo de su corazón, que su amado Manech sigue vivo, a pesar del telegrama que anunciaba que había caído en combate junto a tantos otros de sus camaradas. Una certeza que se mezcla con el horror y la indignación cuando, una vez acabada la guerra, un sargento moribundo le cuenta la verdad sobre la última vez en que vio a su novio: Manech y otros cuatro soldados, acusados de herirse a sí mismos para escapar del frente, fueron atados y abandonados en tierra de nadie. A partir de ese momento, Matilde emprende la búsqueda de la verdad. A lo largo de los años, armada de un coraje inquebrantable, irá escudriñando las vidas de aquel puñado de hombres entregados a la muerte. Descubrirá historias de amor, de culpa, de abandono, con el trasfondo siempre de la locura colectiva que llevó a los hombres a cometer las peores atrocidades en nombre de la patria. Una conmovedora historia de amor a través del tiempo, envuelta en un apasionante misterio que se va desvelando poco a poco, dejando al descubierto una tupida red de ilusiones, amor y desdicha.
Sébastien Japrisot (1931-2003) fue un notable novelista, traductor, guionista y director de cine francés. Destacó en el género policiaco con sus novelas Trampa para Cenicienta (galardonada con el Grand Prix de littérature policière de 1963), Verano sangriento (Prix des Deux Magots de 1978 y llevada al cine por Jean Becker en 1983 con guion del propio Japrisot) y la novela que nos ocupa, que supuso su debut en el género en 1962 y fue, además, la ópera prima cinematográfica de Costa-Gavras.