Cuando sir Arthur Conan Doyle convirtió en personaje popular su Sherlock Holmes, el público incondicional, habituado a leer novelas por entregas en los periódicos y revistas, demandó vorazmente nuevas historias ingeniosas y divertidas. Su autor, que sin duda prefería el relato corto a la novela de gran extensión, publicó varias decenas de nuevos casos para lucir la perspicacia de su detective y entretener los mejores ratos de sus lectores fieles. En esta selección traducida nuevamente por Alejandro Pareja se incluyen las doce aventuras favoritas del propio Conan Doyle y las que fueron seleccionadas por la revista Balzer StreetJouvnal en 1959.