Tras el sangriento torneo, todo en lo que Oraya creía ha quedado reducido a cenizas. Es prisionera en su propio reino mientras llora la muerte del único familiar que ha tenido en su vida. Solo le queda una certeza: no puede confiar en nadie, especialmente en Raihn, el vampiro que la traicionó.
La Casa de la Noche, además, está rodeada de enemigos. Los seguidores de Raihn no están dispuestos a aceptarlo como rey, especialmente por sus orígenes como esclavo humano. Y la Casa de la Sangre ha clavado sus garras en el reino, amenazando con desangrarlo desde dentro. Cuando Raihn le ofrece una alianza, Oraya se da cuenta de que es la única opción para recuperar su reino y vengar la traición del que una vez creyó su aliado. Para lograrlo, tendrá que emplear un peligroso poder antiguo ligado al mayor secreto de su padre.
Mientras Oraya desentraña su pasado y se enfrenta a su futuro, tendrá que elegir hacerse con el poder u optar por un amor devastador que podría ser su perdición.
