La mujer de un gran jefe ha muerto. Hay que enterrarla con todos los honores y la deben acompañar todos sus utensilios y su esclava. Una buena esclava saltaría a la sepultura por propia voluntad, pero ésta es joven y bella y no quiere morir. ¿Mi madre no merece un funeral decente? grita uno de los hijos antes de asestarle un golpe certero. La esclava presagia, con los ojos vidriosos de la muerte inminente que volverá como hija legítima. Nnu Ego, la hija del gran jefe es repudiada por no dar hijos. Su padre, después de devolver la dote, le busca otro marido: un hombre poco agraciado que trabaja en la gran ciudad de lavandero en una familia de blancos. El rechazo inicial a este marido cambia a una resignada aceptación al saberse embarazada. La maternidad está íntimamente ligada a la mujer africana occidental. una mujer no está completa hasta que no es madre. Los hijos son una alegría en el presente y una seguridad para el futuro. Nnu Ego tiene una larga familia y lo que ella identifica en un principio como una gran felicidad, se transforma en una dramática lucha asumida en solitario que ni síquiera sus hijos valoran. La arraigada tradición a la que se aferra Nnu Ego, es desconocida en Lagos, el cambío de papeles con su marido, que desarrolla tareas tradicionalmente femeninas en casa de la familia británica, enturbia la relación de la pareja y la experiencia de una familia numerosa deviene en un ejercicio de pura supervivencia. La obra más aclamada de Buchi Emecheta, presenta a la mujer en medio de fuerzas contrapuestas: la tradición que provoca el deseo de una familia numerosa, principalmente varones para continuar el linaje del marido y la dura realidad, que hace que la mujer se enfrente sola a su propio destino.