Comprende tres apartados. Después de una definición de la teología moral y un rápido recorrido por este campo, estudia esta ciencia bajo sus dos principales aspectos: su dimensión humana puesta en relación con las ciencias del hombre, y su dimensión cristiana tal como aparece en San Pablo, en el tratado de la Ley nueva de Santo Tomás y en la discusión actual. En la segunda parte expone la historia de la sistematización de los tratados de teología moral. analiza primero los intentos en el período de los Padres, para ver luego el desarrollo del tratado en la escolástica del siglo XIII, en el nominalismo, en los manuales de la moral católica postridentina y finalmente, en la época contemporánea. En la tercera parte examina los fundamentos del edificio moral en el hombre: la libertad y la ley. La libertad según dos concepciones: la libertad de indiferencia que ha dado lugar a las morales de la obligación, y la libertad de calidad que está en la base de las morales de la felicidad y de las virtudes siguiendo el ejemplo de los Padres y de Santo Tomás. Esto implica una concepción de la ley natural unida a las principales inclinaciones de la naturaleza del hombre, en la fuente misma de la libertad. Sobre esta base, se puede construir una moral cristiana estrechamente unida a sus fuentes genuinas: la Escritura, el Espíritu Santo, la ley evangélica y la ley natural. Una moral, en fin, reconciliada con la gran cuestión de la felicidad.