Rocamble regresa a París bajo el seudónimo de marqués Albert de Chamery. Con la complicidad del satánico Sir Williams, intenta amasar una fortuna robando y asesinando sin piedad, y tratando de casarse con una rica heredera española. Pero la condesa de Artoff llamada Baccarat descubre su verdadera identidad y lo denuncia. En la cárcel, Rocambole experimenta una redención definitiva por la que pasa de canalla a héroe.