La escritora italiana, recientemente fallecida, comenzó a publicar en 1942. Algunos críticos consideran que ninguna escritora ha poseído, como ella, una mirada tan sutil y precisa. Y su inocencia, una gracia tan fina así como deliciosamente incorpórea. Las palabras de la noche, llevada al cine por Salvador García Ruíz (Mensaka), es un ejemplo emblemático de esa manera tan delicada de narrar que posee esta singular autora, por lo demás poco traducida a nuestra lengua. La traducción ha estado al cuidado del escritor y ensayista Andrés Trapiello.
Entre su extensa obra literaria cabe destacar, además de esta pequeña joya que es Las palabras de la noche, libros como La Strada che va in città, È stato cosí, Tutti i nostri ieri, Valentino, Le piccole virtú, Lessico famigliare (traducido al castellano en editorial Trieste), Ti ho sposato per allegria e altre comedie o La famiglia Manzoni.
Natalia Ginzburg (1916-1991) es una de las voces más singulares de la literatura italiana del siglo XX. Nacida en Palermo, publicó en 1934 su primera narración, a la que siguieron obras teatrales, ensayosLas pequeñas virtudes (1962, Acantilado, 2002), Mai devi domandarmi (1970), Serena cruz o la verdadera justicia (Acantilado, 2010), novelasEl camino que va a la ciudad (1942), È stato cosí (1947), Nuestros ayeres (1952), Valentino (1957), Las palabras de la noche (1961), Léxico familiar (1963), Querido Miguel (1973, Acantilado, 2003) y Vita imaginaria (1974)así como la biografía de Antón Chéjov (Acantilado, 2006).