Las plazas es una novela inusual por muchos motivos. El primero y más evidente, porque en la portada descubrimos que está escrita a cuatro manos. José Miguel Desuárez y Mercedes Marcos Monfort han empleado seis años de su vida en escribir esta «novela de novelas», como a ellos les gusta definirla. Una novela poblada por más de ciento cincuenta personajes que entrecruzan sus vidas un día de marzo de 2002 en los aledaños de una plaza imaginaria de un Madrid inventado, pero que también podría existir con el nombre de Barcelona, Marsella, Dublín o Bolonia. Esta pareja de escritores han creado un microcosmos donde la noción del tiempo y del espacio desaparece para que cobren vida personajes entrañables que también podrían haber salido de la pluma de Miguel de Cervantes o Jaques Prévert. Las lecturas de Homero, Alfonso X el Sabio, Georges Perec, Góngora, John Dos Passos y Gabriel García Márquez, les han servido de bagaje para imaginar y escribir esta novela que rompe la barrera artificial entre la literatura culta y la literatura popular, para deleitar a todos los lectores, incluyendo especialmente a los que secretamente amamos á Amélie Poulain.