Baquedano es un abogado ya maduro, antiguo empleado de banca, que vive en el corazón del viejo Madrid. En los casos que acepta, suele encontrar con facilidad la pista del engaño y (a corrupción. Así ocurre en Las pruebas de la infamia, cuando se encarga de la defensa de Andrés Puente, acusado del asesinato de un ex concejal, Otilio del Río, dedicado al negocio inmobiliario. Todas las pistas encontradas en el lugar del crimen apuntan con demasiada facilidad a la culpabilidad de Andrés Puente, que trabajaba para el ex concejal como gerente de producción. Esto hará sospechar a Baquedano que alguien quiere incriminar a su cliente, convirtiéndole en cabeza de turco del asesinato. A medida que avanza en la investigación, ayudado por su amigo el periodista Adolfo Sedano y por el inspector Guedán, con quien mantiene una excelente relación, Baquedano seguirá la pista del dinero que se mueve en la especulación inmobiliaria como móvil del crimen. En esta novela, Joaquín Leguina aborda por segunda vez el personaje del abogado Baquedano, que creó en Por encima de toda sospecha.
Joaquín Leguina nació en Villaescusa, Cantabria, en 1941. Es doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de Madrid y en Demografía por la Sorbona. Hombre de larga trayectoria política (concejal del Ayuntamiento de Madrid, diputado, secretario general de la Federación Socialista Madrileña, presidente de la Comunidad de Madrid), no por ello ha renunciado al ejercicio de su vocación literaria. También en Alfaguara ha publicado el libro de relatos Cuernos (2002), y las novelas La fiesta de los locos (1998), La tierra más hermosa (1996), El corazón del viento (2000), El rescoldo (2004) y La luz crepuscular (2010).