«EL canto del gallo, el amanecer, los perros que ladran, la claridad que se extiende, el hombre que se levanta, la naturaleza, el tiempo, el sueño, la lucidez, todo es cruel». Así arranca, con esta frase hipnótica, Las sombras errantes, primer volumen de la ambiciosa trilogía del más ambicioso de los escritores franceses contemporáneos. Un relato que empieza en 1618 cuando el caballero Le Cerf se une al ejército con la sana intención de viajar por el mundo, que se traslada a Pearl Harbour antes del ataque inminente, que se remonta a 395 cuando San Bricio es acusado de haber tenido un hijo con una campesina a la que le espera un final espantoso, que se detiene en 1933 para evaluar las consideraciones de Tanizaki sobre la sombra, que se precipita para narrar el arresto del señor de San Cirano en 1638 o que se amansa cuando en el año 500 el último rey de Roma, ya sin ejército, sin cargos militares ni condición de patricio, después de recibir la humillación de que Atila desdeñase conquistar su feudo en Soissons, muere en manos del Rey Clodovelo no sin antes exclamar: Quaesevit cum moriebatur ubi essent umbrae? Es decir: ¿Dónde están las sombras? zY qué sombras? ¿Las sombras de la muerte, las sombras del reposo eterno, las sombras de los hombres que acaban con la vida de Siagrio y sólo son sombras, las sombras de la nada o las sombras de la venganza que acuden a la llamada del rey moribundo y extienden una destrucción que se confunde con la historia? 0 tal vez se trate de la sombra del propio tiempo cuya naturaleza última es huir a una velocidad espantosa y perderse, arrastrándonos a todos, y perdernos también.
Pascal Quignard nació en 1948 en Verneuil-sur-Avre, Normandía. Es autor de numerosas novelas (El salón de Wurtemberg, Todas las mañanas del mundo, Terraza en Roma, Vida secreta) y de «pequeños tratados», como él los llama, en los que la ficción está entretejida con la reflexión. En 1994 publicó El sexo y el espanto. Entre otros premios, en 2002 obtuvo el Goncourt por Les ombres errantes, primer tomo de la obra titulada Dernier Royaume.