Si en algo se caracteriza el Derecho vigente es en el profundo cambio que ha experimentado a causa de la globalización. Este cambio ha acarreado una transformación en las fuentes del Derecho y en los paradigmas que las vertebran, afectando gravemente al reconocimiento y exigibilidad de ciertos derechos y al ejercicio de una democracia real.
En el presente trabajo se analizan estas cuestiones y se propone como solución un discurso centrado en el compromiso con los derechos humanos y una democracia cosmopolita. Dentro del modelo por el que se aboga, se requiere también que los operadores jurídicos y la Ciencia del Derecho, junto a las diversas Ciencias, desempeñen funciones más acordes con los tiempos que corren.