Julio es un chivo alegre y retozón, un poco atolondrado, bastante travieso, y que hace toda clase de diabluras, desde disfrazarse de viaje poniéndose en la cabeza el sombrero de paja de la señora Müller hasta ocupar el puesto del señor profesor en plena clase; desde revolver en la cocina para comerse el bocado que más le gusta, hasta embestir a cornadas contra unas sábanas tendidas a secar y que él imagina que son unos monstruos peligrosísimos. Julio no para de dar que hacer a los mayores y a los chicos. Primero recelan de él, pero todos acaban por simpatizar con un bicho tan extraordinario y rivalizan por hacerse amigos suyos o por tenerle en casa.
Claro que a veces Julio pasa de la raya? pero es tan simpático y tan divertido que todos le perdonan, y cuando parece que va a desaparecer para siempre, escondido en un camión cargado de sacos de harina, todos comprenden que no pueden vivir sin él.
Úrsula Wölfel nació en Duisburg, Alemania, el 16 de septiembre de 1922. Empezó los estudios de Filología Alemana, Pedagogía e Historia en Heidelberg, pero se vieron interrumpidos por el estallido de la guerra. Y no solo sus estudios se verán truncados por la contienda; casada en 1943, perderá a su marido dos años después en el frente. Tuvo que criar a su hija ella sola y salir adelante por sus propios medios.
Tras la guerra fue ayudante de escuela. En 1958 consiguió terminar sus estudios de Arte, Filología Alemana e Historia del Arte. Durante los años que pasó en la universidad trabajó como pedagoga, educadora y en educación especial en Darmstadt, Alemania.
En 1960 obtuvo una plaza de investigación de Literatura Infantil y Juvenil y a partir de 1961 Úrsula se dedicó de lleno a la escritura.
Por sus libros infantiles y juveniles ha recibido premios como el Premio Alemán de Literatura Juvenil en 1962 y el Premio Especial del Premio Alemán de Literatura Infantil y Juvenil por el conjunto de su obra, que se concedió por primera vez en 1991.