Le llamaban padre porque ellos eran niños y no sabían que les violaba. Creían que aquel era el precio por tener una familia. Durante más de 17 años, lo que debía ser una casa de acogida para niños sin hogar en un pueblo de Lleida se convirtió en la «casa de los horrores», con una habitación especialmente acondicionada para filmar los abusos sexuales que allí se cometían. Fue una conversación en Facebook lo que disparó la alarma. Le pedían a un niño que enviase fotos suyas desnudo. Sus padres lo denunciaron, un mosso dEsquadra tiró del hilo y éste le llevó a la casa de Castelldans en la que vivía David Donet y los adolescentes que tenía en acogida. Un registro policial sacó a la luz decenas de cintas en las que se veían los «actos de amor» filmados por Donet. El acusado aceptó una condena de 51 años de cárcel. La Generalitat y la fundación que coordinaba las acogidas pagarán centenares de miles de euros en indemnizaciones. ¿Caso cerrado? Quizás, aunque muchas preguntas siguen sin respuesta: ¿Cómo pudo ocurrir? ¿Habría podido evitarse? Y, sobre todo, ¿de qué forma una situación anómala llega a convertirse, para la víctima, en lo normal?
Carles Porta es un veterano periodista y escritor, reportero de televisión, corresponsal de guerra, productor audiovisual, guionista y director de cine. Empezó como periodista en la prensa local, pasó a la televisión donde hizo reportajes y documentales de todo tipo y se bregó como corresponsal de guerra. Creó nuevos formatos televisivos, ha ganado numerosos premios, montó su propia productora y hasta se ha atrevido dirigiendo una película de cine, Segundo origen (2015). En 2005 publicó su primer libro y su primer gran éxito, Tor, la montaña maldita, sobre un crimen en el pirineo leridano. Se le comparó con Truman Capote o Norman Mailer. Más tarde publicó Fago, otro ejemplo de la mejor crónica negra o true crime. Sus libros han entusiasmado a decenas de miles de lectores y son referentes en las universidades de periodismo.