La abundancia de la Felicidad no es sólo liberarse de la depresión y del dolor, sino que más bien consiste en una sensación de alegría, de contento y de maravillado asombro ante la vida. Esto no significa que no sea posible, vivir en éxtasis continuo, hay momentos en que nuestras vidas se ven afectadas por tragedias y pérdidas y es totalmente natural sentir tristeza, pena y decepción. Pero hay diversas formas de hacer frente a tales experiencias y, con mucha frecuencia, podemos convertir en triunfos los obstávulos y las adversidades de la vida.